No es fácil un tema como este en tiempos como el que estamos viviendo, ya llevamos un año viviendo algo que jamás hubiéramos ni imaginado, durante todo este tiempo hemos estado expuestos a sobre información que viene de todos lados. Inundados de estadísticas, números, tiempo, medidas, muertes, etc, que cada vez producen miedo que luego se convierte en pánico.
Desde muy temprana edad lastimosamente fui una niña de "hospital", de operación en operación, casi todo el tiempo enferma, además de que era muy revoltosa y siempre me desmedraba al punto de ir al hospital a que me tomaran puntos en las heridas, esta parte no fue tan mala ya que eran marcas de la infancia, que eran supremamente distintas a ir por obligación. A mis 17 años fue la última operación que he tenido en mi vida, sin dejar a un lado el tiempo de recuperación más tedioso de todos, fue en mi rodilla derecha y tenía 0 movilidad por varias semanas aparte de los dolores y tomar medicamentos todo el tiempo a diestra y siniestra; medicamentos que ya no hacían efectos en mi y los cuales me dejaban siempre pensativa porque ya estaba en las dosis más grandes y no me ayudaban.
Tengo una tía que lastimosamente hace muchos año, aun yo en mi adolescencia, le empezó la enfermedad de artritis y poco a poco los medicamentos que tomaba para esta condición fueron afectándole otras partes del cuerpo y así sucesivamente fue aumentando las dosis de esta medicina y agregando otras para otras afecciones creadas a partir de los medicamentos tan fuertes que le prescribieron. Cuando tuve esa última operación y viendo mi relaciòn con los medicamentos me dije: Esto no puede seguir así, si tenia miedo de llegar a tomar una cantidad exorbitante de medicamentos como tía y seguir estando mal.
Tomada ya la decisión de no tomar medicamentos y de no "enfermarme más" empecé a ser más consiente y ha conocer mi cuerpo como jamás lo había hecho. Poco a poco empecé a saber que cuando eran cambios de estación me dolían las rodillas, que comer mucha azúcar ralentizaba mis idas al baño, que mucho café me hacia dependiente, y como mujer entender mi ciclo menstrual también fue parte importante de todo. Pero lo más efectivo en todo mi proceso de "sanación" fue inventarme e imaginarme a Mis trabajadores.
Mis trabajadores son literalmente todos los trabajadores que me imagino dentro de mi cuerpo, cuando me dolían las rodillas fuera donde estaba cerraba los ojos y me iba cual jefe a preguntar: Bueno señores y señoras ¿Qué es lo que esta pasando?, he imaginaba una reunión con ellos, resumiendo la semana o días y no me lo podrás creer pero poco a poco lograba dar con lo que había hecho o el hecho que había suscitado mi dolores.
Así sucesivamente me iba con las dolencias de mi cuerpo hasta un día en el que me resfrié y tumbada en mi cama, nuevamente cerré mis ojos y empecé a imaginar a esos trabajadores. Me fui por cada departamento preguntando, ajustando y dando ordenes de sanación y sorpresivamente un día después estaba llena de salud y vida como si nada hubiera ocurrido. Y así fui utilizando mi técnica, cerrando lo ojos, imaginando a mis trabajadores y dando ordenes por doquier y, ¿Adivinas que sucedió? después de un largo tiempo sin enfermar y no tener dolores de nada, ¡Zas! me dio una gripe como ninguna, acostada en cama empecé nuevamente mi operación sanación y cuando estoy dentro de mi cuerpo buscando a los trabajadores ¡No había ninguno! ¿Y como podía ser eso? me dije; estando en la cama al tercer día me percate que desde que utilizaba mi técnica lo unico que hacia era dar ordenes.
¡Quiten este dolor! ¡Limpien la garganta! ¡desalojen las vías de expulsión! etc, etc, y jamás agradecía, aunque solo sea mi imaginación la verdad es que existe todo un mecanismo llamado Cuerpo, el cual funciona sin que le pidamos que lo haga, nuestro corazón late, nuestros pulmones respiran, nuestros órganos funcionan y es así porque es así. Sin embargo no sabemos cuidarlo y más que nada agradecerle por hacer ese trabajo que es mantenernos VIVOS. Desde entonces agradezco todos lo días a mi cuerpo y a mis trabajadores por hacer todo ese mecanismo y mantenerme en pie hasta el día en que ya no sea más, y te cuento algo hoy en día llevo unos 10 años sin medicamentos, 9 sin dolores en las rodillas y unos 5 sin resfriarme.
¡AHORA! no te digo que dejes tus medicamentos si padeces de una condición que lo amerita, este pensamiento que te comparto es para que empieces a conocer tu cuerpo, ser agradecido con el tomando las mejores decisiones en alimentación, ejercicios y siendo consientes de los malos hábitos que a la larga nos afectan y nos hacen perder tiempo enfermos.
Te dejo este articulo muy interesante de los amigos del blog hoillistico.do el cual tiene artículos interesantes en base a lo holístico, alimentación, espíritu y bienestar.
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