Puedo decir que uno de los más grandes aprendizajes que me ha dado esta cuarentena ha sido el agradecimiento. Si bien es cierto desde pequeños es GRACIAS es una de las primeras palabras que nos enseñan a decir, sin embargo no ahondan en su significado o esencia, y al pasar del tiempo o solo la decimos por inercia y/o jamás comprendemos el por que decirla.
La gratitud es un sentimiento que viene de lo más profundo y sincero de nuestro verdadero ser, es una de las palabras más poderosas dentro de nuestro lenguaje que al saber utilizarla nos brinda una infinidad de emociones, sentimientos, retro alimentación y bendiciones, es una palabra que al decirla se expande como cuando tiramos una piedra al agua quieta.
En la casa donde vivo hemos aprendido a agradecer cuando estamos en la mesa sentados para comer nuestros alimentos, somos dos jóvenes con sueños y metas locas, una manera de ver y llevar la vida no muy común y es para nosotros un privilegio poder seguir ese modo de vida y aún así poder todos los días tener un plato con alimento en nuestra mesa. Y diremos, existen muchas cosas que es trágico no tener, pero al menos para mi irse a dormir o pasar días sin un bocado es un sentimiento atroz.
Esta costumbre me ha abierto las puertas a una paz interior, una serenidad y confianza dentro del hogar y del ser, cada vez que nos sentamos y uno abre la boca para pronunciar las palabras Gracias porque tengo que comer, cambia absolutamente toda la perspectiva de la vida. Te das cuenta que detrás de tu plato esta la persona(s) que lo hizo, el mercado en donde lo compraste, el camión que lo trajo hasta allí, el productor que lo sembró y la naturaleza sabia que creo los alimentos tan perfectos para nosotros, de igual manera esta el trabajo que tenemos que produce el dinero que nos ayuda a comprar los alimentos. La creatividad, el tiempo, el ingenio, la sabiduría que cada uno de nosotros tiene para poder trabajar porque sin ello no tendríamos trabajo, nuestro cuerpo que esta en condiciones para poder desempeñarse bien, en fin. Una sola palabra tiene el poder de abrirte las puertas del entendimiento, de la conciencia, de la sabiduría.
Cuando agradecemos algo sucede más en nosotros que en quien recibe las gracias, dar gracias significa dejar caer el orgullo ante una persona que te ayudo, dejar a un lado la intolerancia ante las personas, dejar salir tu esencia verdadera. Y si bien es cierto la palabra GRACIAS, lleva con sigo una palabra de vuelta que "de nada" la cual hace poco me he dado cuenta que irrumpe con la energía que nos acaban de regalar.
Existen palabra que cambian o detienen energías de alta vibra de otras palabras que nos dan, hace poco he empezado a cambiar muchas de ellas y erradicarlas de mi vocabulario por completo. Ahora en vez de decir "de nada" (porque en realidad cuando damos, damos con gratitud y eso no es nada es todo), digo "con muchísimo gusto, bienvenido, siempre es un placer, espero que te haya ayudado o gustado", estas son algunas de las que uso dependiendo de la situación.
Por un instante, permítete pensar en las cosas que tienes por agradecer.
El secreto que esconde la GRATITUD es que mientras más agradeces y permaneces en esa emoción, comienzas a observar cómo llegan mejores situaciones a tu vida. A través de la GRATITUD estas subiendo tu vibración, estas conectando con tu ser y con todo lo que te rodea. Estas recordando lo que “SI” tienes. Estas recordándote a ti mismo que tienes muchas más cosas de las que necesitas. Y como es de ley, el que tiene… más recibe.
Vivimos en el mundo muy deprisa, así que la forma de conectar con la GRATITUD es ir más despacio para que puedas ver las cosas agradables que te rodean.
Agradece, llénate de esa emoción que te conecte contigo mismo. Tus hijos, tu mascota, tus amigos, la sonrisa de un anciano, tu casa, los árboles, la manta que te cubre del frío. Permanece un momento a solas, realiza tres respiraciones profundas procurando conectar con la gratitud y comenzaras a ver cambios beneficiosos a tu alrededor.
Uno de los más grandes beneficios inmediatos de la gratitud es que cada vez que lo pronuncias te la oportunidad de vivir el presente, ser consciente de el y lo que te rodea, de las sensaciones y sentimientos que provoca. Agradecer nos hace ser felices con lo que tenemos y nos muestra que el presente como lo dice su nombre es el regalo más grande que tenemos.
Crea el hábito de la GRATITUD como parte de tu vida, quiero darte unos consejos para empezar a agradecer si aún no lo haces y/o seguir haciéndolo.
Si te cuesta agradecer, empieza por dar gracias por tu comida. Esta manera será más fácil ya que tienes justo enfrente de tus ojos la comida y es un hecho que lo tienes.
Cuando despiertes, tomate un segundo para aún estando en la cama ser consiente que despertaste (a veces nos levantamos y empezamos la rutina en automático y así mismo nos vamos todo el día) mueve tus dedos de los pies, tus manos, siente tus ojos pestañear y allí cuando este recorriendo tu cuerpo agradece que tienes un día más de vida.
Cuando hagas un actividad recurrente (bañarte, usar una computadora, leer libros, llamar a un familiar o amigo, tomar tu bebida favorita, ir a tu restaurante favorito, etc.) agradécela por que no sabes cuando será la ultima vez que puedas hacer esta actividad.
Dale las gracias en cualquier momento a tus padres, un amigo, tu pareja, un conocido, un extraño simplemente por existir, por haber estado allí justo cuando lo necesitabas, por ser junto a ti.
Siempre que sientas las ganas de decir gracias hazlo, aun que tu cabeza no sepa porque lo quieras decir, aun que sea un tiempo, situación, lugar extraño, aun que sea al aire. Cuando se tengan ganas de decir gracias, dilo.
Por último y más importante, agradécete a ti mismo siempre. Dítelo frente al espejo, en voz alta, agradécete por ser fuerte, por haber superado un situación, por ser bella, por amarte y seguir luchando, por conseguir tus metas, por existir.
Aquí te dejo una meditación de gratitud par a tus mañanas y puedas mantener una energìa de gratitud y alta vibra siempre.
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POD: ¡Gracias por leerme!
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