Cuando empecé este blog o mejor dicho la idea de crear el blog (aunque ya sabia que sería), había escogido el nombre por la filosofía del buda y mi pensamiento o ideal que se asemejan un poco. Un tiempo después viviendo una situación, tuve una larga conversación con mi compañero de vida y luego de varias horas de platica me dijo: ¡Es que tienes que sentarte en la silla del buda!, en ese momento mi mente exploto de tal manera que solo me quede estupefacta, luego me reí y a la misma vez no creía lo que me había dicho, había utilizado mi visión para darme una gran lección.
Creo más en las personas imperfectas que dan consejos de las situaciones que han tenido que vivir y como han aprendido de ellas; esa es una de las razones de este proyecto en el que hoy en día me da tanto gusto trabajar, y mi idea principal era volcar mis experiencias de vida y acercamientos con las medicinas ancestrales y filosofías en esta página, pero nunca me había parado a pensar tan siquiera en el ¿porqué? del titulo de mi proyecto. Luego de esa conversación que te mencionó el proyecto se convirtió en una definición totalmente distinta a la que pensaba, ahora se convirtió en el camino al que quiero llegar, el que quiero construir en base de errores y aciertos de vida, es mi mantra y recorderis que cada acto que llegue a mi vida sea bueno o malo tengo que vivirlo y "resolverlo" sentándome en la silla del buda.
He tenido la gran oportunidad de asistir a el retiro de meditación vipassana, en el cual te enseñan parte de la filosofía principal del Buda, la ecuanimidad y serenidad, y lo principal anitya todo es transitorio o trascendental; y ya sé que te has leído la reseña de Siddharta y que sabes un poco más de su historia. Entonces en todo este enredo mental de ¿Cómo me siento en esa silla? recolecte distintos aprendizajes que he tenido en base al buda más todo lo aprendido en el retiro de meditación, pero aún así se me hacia difícil y bola el pensamiento, hasta que llego un día con una nueva situación. Y estando en medio de esas emociones, ese calor de las discusiones, el cuerpo un poco encendido, el pensamiento nublado y con una bolita de insultos ya en la punta dela lengua para arremeter contra mi contrincante, cuando por mi mente paso - ¡Siéntate en la silla! - y se sintió como si la humildad pudiera golpear justo en el centro del pecho y la razón.
Bajar la cabeza es de sabios, tomar la palabra correcta, admitir errores y ser sensatos a nosotros mismo; saber y reconocer que toda circunstancia o situación es transitoria, y que todo tiene un aprendizaje más que una razón. Siéndote sincera muchas veces se me olvida sentarme en esa silla, pero trato de volverlo hábito para tomar las decisiones más sensatas para mi vida, es algo difícil pero no imposible, aún no puedo responder a ciencia cierta a esta pregunta ¿Cómo me siento en la silla del buda?, pero sigo en esa búsqueda y aprendizaje en el camino.
Con tus conocimientos acerca del buda y su filosofía, ¿Sabrás tu cómo sentarte en la silla del buda?
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Porque sí, te dejo esta canción.